Son las 11 de la mañana y todavía no he matado a ninguno. Sé que me siguen pero hoy no he podido verlos todavía. Cada vez se camuflan mejor y empiezo a estar muy cansado.
De vez en cuando mi perro ladra nervioso y alguna sombra fugaz cruza sobre mi cabeza. No sé cómo pueden ser tan rápidos. Tengo que buscar un sitio seguro donde dormir al menos un rato o me volveré loco. Creo que eso es lo que quieren.
He visto terribles carnicerías a mi alrededor pero a mi todavía no me han atacado. Algo les detiene. Sospecho que están esperando a caer sobre mí cuando el sueño me venza.
La guerra está perdida, lo sé, pero aun así no se lo voy a poner fácil. Luchare hasta la última gota de mi sangre. ¡Malditos mosquitos!
Julio
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Buenísimo. Consigue el relato mantener en suspense al lector hasta el final, un final muy redondo.
ResponderEliminarReconozco que no me había imaginado el final y la verdad es que se lleva uno un "chasco" en sentido positivo. Corto, sencillo y punzante, como los mosquitos.
ResponderEliminarSólo una pequeña corrección, la R.A.E. admite el leísmo en el singular de la tercera persona no en el plural, de modo que debería poner "Algo LOS detiene".
PIJOTEROENTROMETIDO (es mi pseudónimo)
Genial. Jajajajajaja...
ResponderEliminarMuy divertido, me ha encantado!
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