22 febrero 2010

La otra flor
















Había sido su primer marido y el único que hubiera podido hacerla feliz, pero entonces ella no lo sabía y ahora él estaba muerto.
Por alguna razón, cuando llegaba el día de ir a visitarle, siempre se imaginaba su tumba como si estuviera volando sobre ella, describiendo grandes círculos en los que se iba acercando poco a poco, con una flor en la boca, hasta quedar inmóvil unos metros por encima de la fría piedra. Entonces soltaba la flor y, en su imaginación, caía despacio hasta posarse suave y solitaria en el centro del rectángulo de mármol.
Pero eso era solo en su imaginación. En la realidad, el único parecido era la solitaria flor que ella le traía y que, junto a la que siempre lo acompañaba, le observaban llorar mientras la pequeña foto sobre su nombre esculpido la miraba haciéndole la incómoda pregunta de siempre. Por qué, por qué, por qué.
Fue su novio desde que iban al instituto pero en algún momento de su brillante carrera de abogada empezó a pensar que no era suficiente, y le dejó.
Jamás pudo encontrar a otro como él. Quince años y tres divorcios después tuvo que aceptar la penosa realidad, pero ya era muy tarde. Él tenía su vida hecha y paseaba feliz con sus hijos y su mujer mientras ella languidecía lentamente en su despacho, rodeada tan solo de sus propios fantasmas. Siempre le ofreció un trato cordial pero mantuvo una clara barrera invisible que nunca pudo traspasar.
Incluso ahora, después de tanto tiempo, en cada visita a su tumba tiene la secreta esperanza de ser la única que mantiene vivo su recuerdo, pero su esperanza se estrella invariablemente contra una sencilla rosa que siempre lo acompaña fresca y cuidada. Su flor se marchitará en pocos días y el viento la barrerá de la tumba. Incluso ahora, después de tantos años, tiene que conformarse con ser la otra flor.

Julio

2 comentarios:

  1. Gran historia. Me gusta. Desde el primer momento te engancha y quieres saber más. ¿Por qué habrá muerto? ¿Qué habrá pasado? Preguntas que no todas se responden al final, pero que te animan mucho a seguir leyendo, provocan... Quieres saber más... El ritmo es pausado, como la visita a esa tumba, pero me gusta cómo se van conociendo los detalles de esa historia de los dos. La historia te lleva...
    Lo que menos me ha gustado es las razones por las que ella le dejó. Igual me resultan un poco vistas, como típicas de las pelis. Me pedía algo más trágico o más original.
    Muy chulo. Muchas gracias, Julio.

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  2. Lo que pudo haber sido y no fue, relatado con nostalgia y acierto.
    Ahora, ¡ánimo! a por los concursos...
    Mertxe

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