23 marzo 2010

¿POR QUÉ LA VIDA? ¿POR QUÉ LA MUERTE?









“Es hora de partir…” -repetían incasables las radios los últimos días.
Y hoy -la fecha señalada- están todos: los que se van; los que se quedan.
El vagón resulta abarrotado y vacío al mismo tiempo. Algunos anhelan inspirar por última vez el frío aroma de su tierra, de su gente, y permanecen clavados, inertes en uno de los tres escalones que separan el cielo del infierno. Pero nadie de los que se quedan ofrece su mano para bajarlos al andén.
Todos esperan con su propio miedo impregnado en el paladar.
El humo del cigarro escapa cielo arriba, y el que quizá sea un último beso se pierde en la mejilla de la niña que mira hacia otro lado.
Y cada uno asume su destino. Unos con curiosidad. Otros con impotencia. Sólo unos pocos con la satisfacción del que comprende que todo está bien así.
Y en todos, escondida la misma pregunta: ¿Quiénes volverán? ¿Cuándo volverán? ¿Cómo volverán?

Conchita Burillo Julián

6 comentarios:

  1. No se me ocurre otro texto que pueda irle mejor a la foto. No se como lo haces pero casi siempre consigues tocarme la fibra.
    Muuuuy bueno.

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  2. Condensación de sentimientos intensos en el momento de la partida. Muy bonito. Mertxe

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  3. txitxarrilllomarzo 26, 2010

    Preciosa descriptción-relato.

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  4. Una vez más, Conchita, un relato que te llega dentro. Genial. Los que se van-los que se quedan, abarrotado-vacío, los escalones que separan el cielo del infierno, ese miedo impregnado en el paladar... Me gusta mucho cómo logras transmitir es momento y esa emoción.

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  5. Genial, en tan poco espacio condensas una serie de emociones y sensaciones que te transportan al anden, a la guerra,...Muy bueno

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  6. Me ha gustado mucho. La condensacion en tan poco espacio de las sensaciones que se perciben en momentos especiales.

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